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El terroir y los vinos. El clima, la uva, la tierra y la orientación del viñedo, todo ello comprende el concepto “terroir”.
Es por tanto una palabra que agrupa dentro de sí, algunos conceptos básicos de la composición de un vino.
El vino ya no solo depende de su elaboración y crianza, hoy día gracias a las técnicas avanzadas aparece el concepto “terroir” fruto de la investigación en diferentes aspectos que engloban al vino.
Su origen es francés, para diferenciar los vinos producidos en una zona en concreto con unas características específicas. En ocasiones el concepto abarca comarcas enteras.
El terroir y los vinos
Se trata por tanto de definir con una palabra, a unos vinos extraordinarios, producidos y elaborados de forma específica.
Los vinos producidos bajo este concepto en Francia se denomina “cruz “ en Burdeos, o “clos” en Borgoña. En España lo denominamos “vinos de pago” o “vinos de finca”.
Los vinos Denominación de Origen de Pago, no tienen nada que ver con lo que estamos hablando, ya que estos últimos están a cogidos a una marca de calidad.
El Clima
Factor importante en la crianza de los viñedos y de la uva. En ocasiones se llega a precisar este aspecto cuando una determinada zona tiene un “microclima”, ideal para la producción de uvas.
Este elemento de vital importancia en el desarrollo de la vid, es al mismo tiempo el más difícil de controlar, por que no depende del agricultor.
La lluvia, el sol, el calor o el frio, determinan el desarrollo de los viñedos.
En función del clima donde se desarrolla el viñedo (continental o mediterráneo), así será el fruto que proporcione. Los agricultores en este aspecto solo pueden manejar la variable agua, que, en caso de necesidad por falta de lluvia, puede solucionarse con riego.
Por lo tanto, en función del clima que tengamos en la zona, deberemos de plantar unas cepas u otras, de cara a su mejor adaptación al clima que se disfruta.
En climas fríos, es aconsejable plantar cepas de maduración temprana.
La Tierra
Posiblemente la tierra, se a uno de los elementos que mejor puede variar y manejar el agricultor. El ph del terreno puede modificarse con fosfatos y fertilizantes apropiados para el caso.
Incluso se puede aumentar la producción de la vid añadiendo a la tierra los abonos y nutrientes que le falten.
Pero el hecho que el terreno sea el elemento mas manejable, no deja de ser el elemento que mas influye en el desarrollo de la uva, y por tanto en la calidad del vino.
La vid normalmente se adapta a casi cualquier terreno, en ese sentido es una planta sumamente agradecida, pero el cuidado de este tendrá una repercusión directa en el la calidad de la uva.
Un mismo tipo de uva, puede desarrollarse en terrenos completamente diferentes, y con climas diferentes, pero las características de sus vinos, también serán completamente diferentes. La acidez, y el grado de alcohol de la uva variaran sensiblemente.
Los elementos mas importantes que debe de contener la tierra para el desarrollo de la vid son: el hierro, el magnesio, el fosforo, potasio y el nitrógeno.
Cada uno aportara a la uva cualidades diferentes. Así, el hierro determina el color que tendrá el vino, mientras que el potasio aporta resistencia a la planta.
La orientación del viñedo
A menudo hemos oído la frase “el vino se hace en el viñedo”.
Antes de empezar a producir uva, debemos de decidir:
que terreno es el idóneo para plantar la vid,
y que orientación debe de tener.
La orientación del viñedo, condiciona el crecimiento y metabolismos de las hojas y de los racimos.
La erosión del suelo, la capacidad para absorber el agua del terreno, e incluso los trabajos de mecanización necesarios en el desarrollo de la vid, están condicionados por la orientación que demos al viñedo.
Para la vid, las mejores horas de recibir los rayos del sol, es en las primeras horas de la mañana. Por tanto, la mejor orientación de las plantas, será SE.
Pero esto no es algo definitivo, ya que la orientación de las filas y de las plantas, dependerá en cada zona de factores, como:
- lluvia
- viento,
- temperatura
- humedad de la tierra.
En una plantación en vaso, la orientación de los viñedos pasa a un segundo plano. La planta recibe sol en todas sus orientaciones y el viento favorece la insolación en todas las direcciones.
En el caso de cultivo en “espaldera”, hay tener mucho cuidado en seleccionar la orientación del viñedo en cada parcela.
La uva
La uva y la variedad empleada en la elaboración del vino marcan la diferencia.
La característica de una uva en concreto, determinan muchos aspectos del vino que elaboraremos. No es lo mismo una variedad de secano que una uva cultivada en el frio o en climas lluviosos.
Los aspectos de humedad en el cultivo de la vid, no va a determinar aspectos de la sanidad de la uva.
Este es el caso de la aparición de los hongos, por lo que altos niveles de humedad en la la planta de la vid, pueden traer la aparición de hongos.
Existen uvas muy productivas, dependiendo del terreno donde se cultivan.
Cada tipo de uva debe de cultivarse en los terrenos apropiados y con los climas adecuados.
Los diferentes tipos de uvas empleados en la elaboración del vino, nos va aportar aspectos diferentes de sabor, color, y aroma del vino.
En la elaboración del vino de Champagne se utilizan uvas tintas. Lo que da color a los vinos se encuentra en la piel de la uva.
El mosto de la uva es incoloro. Su contacto con la piel es lo que determina el color del vino.
Conclusiones. El terroir y los vinos
Antes de finalizar, desde Iberowine te queremos recomendar el vino tinto Matarromera Crianza, un Ribera del Duero procedente de las bodegas del Grupo Matarromera con toques carnosos en paladar con un tanino amable. Marida perfectamente con arroces y carne.
Una vez analizado los diferentes conceptos que forman la palabra “terroir”. Podemos afirmar que es casi prácticamente imposible que dos viñedos tengan la misma composición de estos factores.
Hablar de vino supone un paso atrás en el tiempo, y contemplar muchos factores que han intervenido en la elaboración de aquello que estamos saboreando. El terroir y los vinos.