Vinos de alta calidad de origen Madrid.- Primera Parte

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Vinos de alta calidad de Madrid, los vinos Tagonius. La ideología de Tagonius se basa en la elaboración de vinos de alta calidad. Para ello, en sus bodegas controlan todo el proceso de elaboración, desde la fase de vendimia en el campo hasta el embotellado en sus instalaciones. Todo este proceso se hace con mucha meticulosamente y con unos controles que les hace ser diferentes al resto de bodegas y claro está el resultado es la excelencia de sus vinos.

 

 

 

 

 

Vinos de alta calidad de origen Madrid.- Primera Parte

Una bodega con historia

La historia de Bodegas Tagonius (del latín, Tajuña) se remonta a mediados del siglo XIX, pero hay constancia de que en estas tierras, próximas a la vega del río Tajuña, se cosechaba vino desde la época romana.

El nombre de esta bodega hace un guiño especial a los primeros vinos que se cosecharon en todo el sureste de Madrid.

El vínculo de Madrid con la industria vinícola se remonta al siglo XIII. Pero no será hasta el siglo XV cuando los vinos madrileños comiencen a tener cierto prestigio. Sobre todo los cosechados en las zonas de Getafe, Pinto, Parla y Fuencarral, donde se producían los vinos más valiosos.

En la época de Felipe IV los vinos más prestigiosos eran los “vinos preciosos” de San Martín, los de Cadalso y Pelayos.

Los inicios del territorio 

A comienzos del siglo XX ya podíamos encontrar más de 60.000 hectáreas de viñedos en tierras de Madrid, pero la producción de vino se vio especialmente afectada por una plaga de filoxera.

Su recuperación no se produciría hasta los años cincuenta, año en el que surgen las primeras cooperativas.

Sin embargo, al mismo tiempo, los polígonos industriales y la conversión de los pueblos en ciudades-dormitorio acabaron con los viñedos de las zonas de Valdemoro, Pinto, Getafe, Móstoles, Torrejón, Alcobendas o Alcalá de Henares.

A partir de aquí, los vinos de Madrid pasan al anonimato. Se presenta la necesidad de renovar el sector e invertir para rejuvenecer los viñedos, recuperar las variedades de uva y actualizar los criterios de elaboración.

No será hasta la creación del reconocimiento de la Denominación Específica Vinos de Madrid en los años ochenta cuando se produzca un verdadero impulso de la industria vinícola en Madrid.

Tintos y Blancos 

En sus viñedos se trabajan cuatro variedades de uvas tintas: Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Tempranillo. En cuanto a blancos, destacan sus viñas de Malvar y Moscatel de grano menudo.

Los racimos de uva se despalillan totalmente a su entrada en bodega, pasando el mosto-pasta a fermentar en depósitos de acero inoxidable a una temperatura máxima de 27º.

El proceso de elaboración de sus vinos se caracteriza por realizar maceraciones tanto prefermentativas como post fermentativas.

Controlan la temperatura desde antes de la fermentación. Las uvas permanecen a 8º para ralentizar todo el proceso y extraer al máximo las cualidades más interesantes de la uva.

La maceración de sus vinos dura en torno a los 25 días, mientras que la fermentación es de 14 días.

La labor de las barricas.

Una vez realizado el descube y el vino se encuentra limpio, se introduce en las barricas especialmente elegidas para acentuar y enriquecer las características, olores y sabores, durante al menos 8 meses.

La calidad de sus vinos la conciben en función de sus perfiles y su complejidad aromática.

Como seña de identidad, adecuan las barricas a sus uvas. Cada año el enólogo de la bodega pretende anticiparse a la vendimia y avanza qué perfiles de madera son necesarios para complementar las uvas vendimiadas.

Habitualmente trabajan dos tipos de madera, generalmente tostadas medio-plus, de reconocidas tonelerías: 80% de barricas de roble francés y 20% de roble americano.

En su sala de crianza priman las Barricas Bordelesas y las Botas Jerezanas.

Por último y para finalizar este proceso, llega el momento de definir sus excelentes vinos. En el llamado ensamblaje en el que el enólogo mezcla las diferentes variantes de vino, que dan como resultado la selecta colección de botellas Tagonius.

Viñas con propia identidad y  Vinos de alta calidad de Madrid.

Las diferentes parcelas se encuentran a 45 kilómetros al sureste de Madrid, concretamente en la localidad de Tielmes de Tajuña.

Son tierras de gran fertilidad, bañadas por la Vega del río Tajuña, afluente del Tajo. Esta zona se caracteriza por ser cuna de los vinos que se consumían en la corte real en los siglos XVII y XVIII.

Bodegas Tagonius cuenta con 32 hectáreas de viñedos en propiedad y una selección de parcelas gestionadas al 100% por los actuales propietarios de estas bodegas madrileñas.

Precisamente en toda esta zona se elabora más del 50% del vino total producido en la Denominación de Origen de Madrid.

Las uvas de la bodega Tagonius 

En el caso de esta compañía bodeguera, toda la uva que se trabaja en la bodega se encuentra dentro del marco D.O. Madrid.

En sus tierras, cuidadosamente estudiadas y catalogadas por su enólogo, se cultivan principalmente cuatro variedades de vid: Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah.

Las labores de la siembra siempre se realizan bajo la premisa de la viticultura de precisión con el objetivo de sacar el máximo rendimiento a las uvas.

Su enólogo y su equipo de trabajo tienen en cuenta la calidad de la tierra y la variedad de uva, capaces de soportar inviernos muy fríos y veranos calurosos.

Todos estos factores, sumados al minucioso proceso de recogida y selección manual, hacen que sus vinos tengan un sabor único y característico que determinan el ADN de esta Bodega Tagonius.

Articulo escrito por Ángel Marqués Ávila. Periodista

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